Dentro de los instrumentos del mercado de capitales, no todos se usan para obtener rendimientos o fondos, como en el caso de la venta de acciones de Bolsa. Las inversiones en futuros y opciones, son interesantes elementos de cobertura, ya que nos permiten que podamos asegurar su valor en momentos posteriores.
Las opciones y futuros se consideran derivados, ya que su precio depende de los valores de otro instrumento, el activo subyacente. Vamos a comentar diversos aspectos de forma individualizada de los futuros y de las opciones.
Una opción es un contrato que se establece entre dos inversores, por el que se otorga el derecho a comprar y vender un activo en un plazo de tiempo concreto y a un precio que se establece previamente en el contrato. Podemos diferenciar dos tipos de opciones, las de compra, con la que tendremos derecho a comprar un activo en el fututo, y las de venta, que nos darán derecho a vender en el futuro. En ambas situaciones, el tomador, que es quien compra el derecho, tendrá que pagar una prima. Y también está el lanzador, que es el inversor, el que asume la obligación de comprar cuando el tomador ejerce su derecho.
En cuanto a los contratos de futuros, el acuerdo se realiza entre dos partes para vender o comprar un activo en un momento del futuro que previamente se establece. Cuando llega el vencimiento, que es la fecha pactada, ambas partes están obligadas a llevar a cabo la operación que se había pactado.