Las hipotecas y sus gastos

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Financiar la compra de una vivienda a través de las hipotecas siempre genera unos gastos iniciales que, aunque no sean muy elevados, se deberán tener en cuenta, ya que habrá que desembolsarlos, una vez prestado el servicio, con independencia de que se formalice o no la operación.

Debe tenerse en cuenta que estos gastos varían según la tipología de la vivienda, la comunidad autónoma en donde se resida, el destino de la operación, etc. Son fijados, en cualquier caso, por las sociedades o agentes que intervienen en el proceso (notarios, registradores, gestorías…). Son los siguientes:

Tasación: es obligatoria por ley, debiendo ser realizada por una sociedad homologada por el Banco de España. Para una vivienda valorada entre 150.000 y 250.000 euros, por ejemplo, el coste de la tasación se situaría alrededor de los 250 euros. Debe exigirse a la entidad financiera la entrega de un ejemplar de la misma, que resultará muy útil al propietario, si trata de subrogar el préstamo en el futuro

Verificaciones registrales: tanto en el momento en el que se vaya a adquirir la vivienda, como, posteriormente, cuando se inscribe la compraventa y la hipoteca, para asegurarse de que no existen otras cargas ni limitación alguna en el Registro. La entidad financiera puede gestionar este trámite desde su propia red de oficinas.

Notaría: el notario es la persona que da fe pública en las escrituras de compraventa y del préstamo hipotecario, certificando la operación.

Impuestos: la compra de la vivienda lleva aparejada una serie de impuestos que la gestoría se encargará de abonar con cargo a la provisión de fondos que se realiza en el momento de la firma de la operación.

Seguro Multirriesgo Hogar: aunque la ley sólo obliga a contratar un seguro de daños, resultará muy conveniente suscribir una póliza que garantice tanto el continente, como el contenido, cubriéndose de daños como los producidos por incendio, agua, rotura de cristales, robo, daños a terceros, etc.