Hipotecas bonificadas

hipotecas bonificadas Los créditos hipotecarios son los que conllevan un mayor período para su total amortización, que puede llegar incluso a los 40 años. A través de un sistema de cuotas mensuales se devolverá al banco el adelanto realizado, requiriendo de un gran esfuerzo para sus demandantes. Por este motivo, no es de extrañar que los miles de usuarios traten de rebajar el precio que tendrán que pagar por su contratación. No es una tarea fácil, pero a través de algunas estrategias diseñadas por los propios bancos podrá realizarse este anhelo de los clientes que se encuentran en esta situación.

 

Uno de los modelos más desarrollados, y que permite acceder a las hipotecas bonificadas, es vincularse aún más con su entidad de crédito. ¿Cómo? Pues muy sencillo, contratando otros productos con su banco (planes de pensión, seguros, etc.). Pero también domiciliando su nómina o ingresos regulares y los principales recibos domésticos (agua, electricidad, telefonía…), para que de esta manera se reduzca el tipo de interés que le aplicará el banco. Supondrá en torno a un punto porcentual menos con respecto a su propuesta inicial, y que incluso en algunos modelos les eximirá del pago de ciertas comisiones.

 

Incluyendo estas aportaciones, buen número de entidades ofrecen a sus clientes esta clase de hipotecas, en las que las que éstas se benefician de la vinculación de sus demandantes. Pero los últimos, podrá recoger también intereses más competitivos para comprarse una casa. Aunque a costa de asumir más gastos que les puedan elevar sensiblemente su nivel de endeudamiento para los próximos años.

 

Por lo que respecta a la oferta en este tipo de productos, no hay ninguna novedad, más allá de los contemplados por esta aportación, siendo comercializadas bajo parámetros similares a las demás hipotecas. Con plazos de amortización de entre 25 y 35 años, importes por el 85% del valor de la tasación y con los requisitos imprescindibles en estos productos. Pero que en cualquier caso, pueden ser una solución, para el momento decisivo en que hay que hacer cuentas para comprobar si realmente se podrá asumir está vía de financiación para un período tan extenso como al que van destinadas las hipotecas.