¿Pueden los parados acceder a los créditos?

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Los parados tienen especialmente difícil acceder a cualquier clase de créditos. Esto es innegable, y más aún en un escenario en que la concesión de una vía de financiación está supeditada a muchas variables. Pero aun así, cuentan con algunas posibilidades para que les concedan pequeñas cuantías que contemplan plazos de amortización excesivamente dilatados. Y desde varias modalidades, desde los microcréditos rápidos a los préstamos sociales.

Una de las alternativas que se les presentan a estas personas son los pequeños créditos de concesión rápida, y que están siendo comercializados por entidades no bancarias que se dedican a este nicho de negocio, y que se están implantando con mucha fuerza en España.

Conceden hasta 500 euros, pero a cambio de aplicar unos tipos de interés excesivamente elevados, que pueden incluso superar la barrera del 25%. No obstante, los requisitos son mínimos al pedir solamente el documento nacional de identidad y un número de cuenta corriente.

Otra opción más satisfactoria para los intereses de los desempleados son los denominados microcréditos sociales, que se conceden a las personas en situación de exclusión social para que puedan desarrollar proyectos empresariales de probada eficiencia. Y los dotan de aportaciones de hasta 25.000 euros, con tipos de interés muy bajos, y con mayores facilidades para su devolución. Y que les supone una oportunidad para volver al mundo laboral a través de su propia empresa.

Una vez aportadas estas soluciones de financiación para las personas paradas, el panorama no es muy alentador para ellos, ya que cuentan con pocas opciones que para sus bancos les den un crédito, especialmente lo de media y larga cuantía, y cuya solicitud está denegada por sus condiciones laborales.

A partir de aquí, las únicas vías son las expuestas anteriormente, con concepciones contrapuestas en cuanto a su filosofía comercial y condiciones de suscripción. Pero que al menos harán que los parados puedan acceder a ciertos créditos, sin que estén respaldados por ingresos regulares o una abundante cuenta corriente que respalden su solicitud. Y de esta forma, acceder a pequeñas vía para dotarse de liquidez.