¿Pueden los jóvenes solicitar un crédito?

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Todos los jóvenes, que hayan cumplido su mayoría de edad, estarán en situación de solicitar un crédito ante su entidad financiera, y de cualquier clase. Pero no será tan fácil como puede parecer. Necesitarán unos requisitos básicos, que no en todos los casos los cumplirán, tal y como fuesen parte de otros segmentos sociales.

Deberán aportar una nómina o unos ingresos fijos para que les admitan su solicitud. No siempre será fácil debido al paro juvenil en España. En cuyo caso no tendrán más remedio que acudir a sus padres, que podrán avalar la concesión del crédito. Una situación que se cumple en la mayoría de las ocasiones.

También tienen reservados una serie de créditos que están habilitados para ellos, y que se conceden bajo formato muy beneficiosos para esta parte de la sociedad, incluso sin intereses. Principalmente son los destinados a estudios, sacarse el carnet de conducir o para comprar sus equipos informáticos. Los problemas en su formalización serán prácticamente nulos, o al menos, contarán con la confianza de su banco para concederlos.

Peor lo tendrán si su finalidad es solicitar un crédito hipotecario. De poco les valdrán las ayudas de sus padres, sino tienen un trabajo fijo y pueden aportar una nómina. Tendrán que cumplir con las mismas exigencias que se requieren a otras personas. Aunque eso sí, podrán conseguirlos bajo mejores condiciones de contratación.

No obstante, si lo que desean es sufragar pequeños gastos (viajes con sus amigos, la adquisición de una moto, o sencillamente un desembolso no previsto) las cosas mejorarán al no necesitar de grandes cantidades para su financiación.

Dentro de la actual oferta bancaria, pueden encontrarse ciertas vías de financiación que se comercializan a un tipo de interés al 0%. Aunque pueda conllevar el pago de algunas comisiones pueden elevarse hasta el 2%, con el consiguiente esfuerzo por parte de los clientes más jóvenes, e indiferentemente del uso que se proporcione a estos créditos. Y finalmente, los préstamos blandos, que mejoran su posterior endeudamiento.