Créditos con mayores plazos de amortización

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Una de las estrategias para reducir los intereses es alargar los plazos para su devolución. Implicará que los usuarios asuman cuotas mensuales más asequibles para sus bolsillos. Pueden llevarlo, y en función del producto y su finalidad, hasta 8 o 10 años. Se conseguirá generar unos tipos de intereses bastante más competitivos, aunque no del todo atractivos, entre el 7% y 9% aproximadamente.

Esta clase de productos de ahorro pueden suscribirse con un período máximo de 10 años, en los que hay modelos destinados para todas las financiaciones posibles: consumo, personales, compra de bienes materiales, etc. Con cuotas mínimas desde 100 euros, en función del importe demandado, y en donde las posibilidades de rentabilizar sus contratación serán más amplias y flexibles.

Exigirán, por otra parte, de más tiempo para devolver el capital y los intereses, si no se desea pagar las comisiones habilitadas por su cancelación anticipada, bien parcial o total. Y que en cualquier caso, elevan el desembolso final que hay que asumir por la formalización de uno de estos productos bancarios. Oscilan entre el 0,50% y 1,50% sobre la cantidad amortizada.

La estrategia más habitual para contratar los créditos será a través de las vinculaciones con la entidad. A mayores productos contratados, mejor será el interés que obtengamos. Pero sin resultados realmente llamativos, ya que las rebajas serán como máximo en un 2%.

En los créditos a largo plazo no faltan las ofertas promocionales que mejoran las condiciones de contratación por parte de los clientes. Incluso potenciando los formatos online, que aparte de su mayor comodidad y agilidad, reportan una pequeña bonificación con respecto a las propuestas tradicionales, en oficinas bancarias u otros canales clásicos en su comercialización.

Los bancos están confeccionando una amplia oferta en estos créditos, en donde tratan de llamar la atención de los clientes por medio de propuestas cada vez más agresivas en los formatos que presentan ante sus clientes.

Y en donde lo más difícil consiste en encontrar el modelo más rentable, sin que el nivel de endeudamiento se resienta excesivamente durante el período de devolución.