Créditos bonificados para financiar la compra de su coche

créditos

 
Para que los clientes bancarios puedan ahorrarse unos pocos euros en la contratación de sus créditos se han desarrollado los formatos bonificados, que permiten a sus demandantes asumir unas cuotas mensuales mucho más asequibles, y que permiten alcanzar los importes máximos para afrontar estas operaciones comerciales.

No obstante, durante los últimos años han disminuido los créditos bonificados, y la oferta se reduce tan solo a una de propuestas que viene desarrollado el sector bancario. La principal características de estas propuestas consisten en que sus importes están destinados a financiar la adquisición de vehículos nuevos y, en donde se puede obtener bonificaciones domiciliando la nómina y un mínimo de tres recibos, realizando aportaciones al plan de pensiones o de ahorro, contratando un seguro.

Otras estrategias, por el contrario, se basan en generar un tipo de interés bonificado, que oscila entre tres cuartos y medio punto porcentual, con respecto a la oferta inicial. Y en la que se incluye un pequeño período de carencia al principio, que en cualquier caso raramente sobrepasará los tres meses.

Sin límites máximos en sus importes y con un plazo de amortización que llega hasta los 5 o 8 años son otras de las aportaciones de estos productos bancarios. No es vano, una de sus aportaciones es que puede reducirse el importe de la cuota mensual, y, por el contrario, alargar el plazo de amortización. Además, el tipo de interés de estos préstamos con cuota flexible se mantiene fijo aunque suban los tipos de interés del mercado.

El préstamo personal es otra de las opciones financieras más utilizada para la compra de vehículos por parte de los usuarios. En el que podrán también – cuando llegue el momento de pagar la última cuota final – refinanciar la deuda para ajustarla a sus verdaderas necesidades.

Cada entidad emplea estos créditos bonificados bajo diferentes estrategias para venderlos entre sus clientes, y en donde pueden anticipar hasta 60.000 euros, con un tipo de interés que está en torno al 9%, y con un sistema flexible para amortizar las cantidades demandadas.